La industria forestal del norte de Europa tiene en la aldea de Verla un singular testigo de épocas pasadas, una fábrica del siglo XIX que se ha conservado admirablemente, en un lugar donde también se encuentran vestigios de nuestra prehistoria.
La Fábrica de Tratamiento de Cartón y Madera de Verla fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, en un idílico escenario con frondosos jardines se pueden admirar edificios de interesante arquitectura, en su interior la maquinaria y los equipamientos de la época se han conservado hasta nuestros días.
La mayoría de las fábricas construidas en el siglo XIX fueron demolidas quedando algunos raros ejemplos, Verla es el más representativo de aquellas antiguas comunidades industriales nórdicas, con un espacio residencial rodeado de un parque, situado al borde de un río que abastece a los edificios de la fábrica; en la otra orilla quedaban las casas de los trabajadores.
La primera fábrica que se construyó en las proximidades de los rápidos de Verla fue fundada por un ingeniero de Oulu llamado Hugo Neuman en 1872, cuatro años después se cerró tras un incendio. En 1882, el austriaco Gottlieb Kreidl y el alemán Louis Haenel fundaron una nueva fábrica para la producción de cartón, uno de los principales accionistas era un hombre de negocios de origen alemán y procedente de Viipuri, Friedrich Wilhelm Dippell, que poco después se convirtió en el accionista mayoritario. Cuando en 1892 se quemó la unidad de secado del cartón, fue reemplazada por un gran edificio de cuatro plantas, en ladrillo rojo, diseñado por Carl Eduard Dippell (hermano del anterior) a quien se deben los otros edificios que quedan en Verla, en estilo neogótico.
A la muerte de Wilhelm Dippell en 1906, una empresa se hace cargo de la fábrica, dos años después es comprada por su actual propietaria, la Sociedad Kymmene, cuyo nombre ahora es UPM-Kymmene Corporation. La producción va disminuyendo y en 1964 la fábrica es cerrada, sus dueños deciden conservar el complejo industrial intacto y hacer un museo que se abrió en 1972, justo un siglo después de la fundación de la primera fábrica.
Las pinturas rupestres prehistóricas se encuentran cerca de los rápidos de Verla; ocho alces, tres siluetas humanas, motivos geométricos y una serie de formas todavía no interpretadas quedan plasmadas sobre una roca. Las pinturas, de color rojo, están protegidas por una fina capa de óxido de silicio que las recubre. Se estima que tienen unos 6.000 años de antigüedad, atribuidas a la cultura ártica de la caza. Verla está situada en plena Región de los Lagos, no siendo accesible por medio del transporte público, dista 30 Km de Kouvola, la ciudad más importante de su área. Helsinki queda a 160 Km.
Naturaleza, cultura e historia se entrelazan en este atípico lugar que puede ser visitado entre mayo y septiembre. En la excelente web de la Fábrica de Verla existe una completa documentación, aquí podréis conocer la historia de una trabajadora ejemplar, Verla María...
Fotos: gema fova y www.verla.fi
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