miércoles, 2 de mayo de 2007

El caballo de Dalarna

La Exposición Universal de Nueva York celebrada en 1939 supondría el salto a la fama de una curiosa figura, en la entrada del Pabellón de Suecia se colocó una de grandes dimensiones. Pero dicha figura ya era conocida en Suecia muchos siglos antes. Hoy día, todos los que tienen la fortuna de visitar este país se la llevan como recuerdo.

Dalahästen o el caballo de Dalarna, una figura de
madera de colores vivos, es el símbolo por excelencia de Suecia y un referente de la artesanía del país nórdico.

Sleipner (resbaladizo) era el caballo de Odín, tenía ocho patas y runas grabadas en sus dientes, simbolizaba los vientos que soplan por los cuatro costados. El caballo para los vikingos era un animal enigmático y poderoso. También fue un motivo recurrente en las pinturas prehistóricas.

En 1624, el obispo Johannes Rudbeckius pronuncia un sermón en la catedral de Västeras donde critica de modo enérgico la posesión frívola y supersticiosa de pequeños objetos por parte de la gente, entre ellos se encuentran pequeños caballitos de madera. Esta es la fecha más antigua en la que se tiene constancia escrita de la existencia de estas tallas.

En 1669, una junta de investigación de Estocolmo sometió a interrogatorio a unos 300 niños pertenecientes a las parroquias Elfdal y Mora,
situadas en la región de Dalarna, los funcionarios del gobierno condenaron a ser quemadas a unas setenta mujeres acusadas de brujería por niños, como también a 15 de los pequeños delatores a los que se les acusaba de haber acudido en compañía de las supuestas brujas a uno de sus infernales aquelarres. Otros 36 niños de nueve y doce años que fueron acusados del mismo delito, recibieron el horrible castigo de ser azotados durante un año todos los domingos frente a la iglesia. Las "brujas" fueron acusadas de usar los caballos de madera en sus rituales...

Pero el origen y sentido de los caballitos de Dalarna hay que buscarlo en las costumbres de los leñadores de los bosques suecos, el caballo era el amigo y el compañero de trabajo. Tras una dura jornada, utilizaban los restos de madera para hacer juguetes para sus hijos. Estas tallas cobraron gran popularidad y fueron perfeccionándose.

A principios del siglo XIX alcanzaron especial predicamento los caballos de madera que se fabricaban en la región de Dalarna, en la Suecia central, pasando de ser una mera afición a convertirse en la actividad principal de varias familias.

Hoy día la producción artesanal de estos caballitos se centra en la aldea de Nusnäs, cercana a la ciudad de Mora. En 1920, Grannas Anders Olsson, hijo de un modesto panadero, comenzó a fabricar caballos de madera para ayudar económicamente a su familia, dos años después creó la compañía que ha pasado a la historia como la de los genuinos caballos de Dalarna, el verdadero símbolo de Suecia en el mundo.

Webs de interés:

http://www.grannas.com/mainframe.php?page=start&lang=eng

http://www.nohemslojd.se/

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