En la segunda mitad del siglo XIX surge en Finlandia un movimiento cultural de carácter romántico que impulsa el interés por el Kalevala y su relación con la región de Karelia, lugar que representaba la esencia de ser finlandés.
El Karelianismo tuvo expresiones en literatura, pintura, arquitectura, música e incluso política. El trabajo compilatorio de Elias Lönnrot que dio lugar al Kalevala, creó un sentimiento de identidad nacional, la epopeya finlandesa era la base de la antigua cultura y de las raíces del país.
Los artistas viajaron a Karelia buscando inspiración para sus obras. Jean Sibelius se vio influido por los cantos karelianos en la creación de su sinfonía "Kullervo" (1892) basada en un héroe del Kalevala. El Parque Nacional de Koli se convirtió en un lugar de peregrinación y en símbolo de la naturaleza de Finlandia como Juhani Aho describiría en sus obras.
El poeta Eino Leino, el escultor Emil Wikström y el arquitecto Eliel Saarinen fueron también importantes representantes del movimiento romántico nacional que significaba el Karelianismo.
Pero el artista que realizó mayores aportaciones al Karelianismo fue el pintor romántico Akseli Gallen-Kallela, muy interesado por la mitología finesa y los temas kalevalianos, representó en muchas de sus obras los personajes e historias del Kalevala y los paisajes karelianos. En 1891 ganó un concurso creado para ilustrar una lujosa edición de la epopeya finlandesa.
A nivel político el Karelianismo representaba una aspiración de sentimiento nacional, cuando Finlandia pertenecía al Imperio Ruso como Gran Ducado Autónomo. Los escritores Johan Runeberg y Zacharias Topelius animaban ese sentimiento en sus poesías patrióticas. Tras la independencia del país, el movimiento karelianista reivindicó la creación de la Gran Finlandia con la anexión de los territorios rusos de la Karelia Oriental, de marcado carácter fino-ugrio.
Esta época, que tuvo su punto álgido en los años noventa del siglo XIX, fue posteriormente considerada como "la edad de oro del arte finlandés". En 1919 los artistas fundaron la Sociedad Kalevala, su principal objetivo era la creación de la Casa Kalevala, que sería un centro dedicado al estudio de la temática kalevaliana. Eliel Saarinen diseñó los planos de un edificio que nunca llegaría a existir, la idea no prosperaría.
El movimiento karelianista decaería en el siglo XX, siendo criticado por folclórico y demasiado idealista. Pero la desaparición de la Unión Soviética y con ella de la Guerra Fría supondría la posibilidad de volver a viajar a los territorios de la Karelia Rusa, donde se sitúa el nacimiento del Kalevala, resurgiendo así el interés por la antigua cultura kareliana, base de "lo" finlandés.
miércoles, 18 de febrero de 2009
jueves, 5 de febrero de 2009
La perspectiva Nevski
Con mi generación pasé el invierno
mujeres encorvadas sobre el telar en la ventana.
Un día en la perspectiva Nevski
me encontré por azar a Igor Stravinski.
Así decía Franco Battiato en su canción dedicada a la avenida principal de la mítica ciudad de San Petersburgo, construida por el zar Pedro el Grande para mayor gloria del imperio zarista y llamada también "la Venecia del Norte" debido a la profusión de ríos y canales que la atraviesan. En 1741, la comisión creada para la construcción de San Petersburgo concluyó: "la perspectiva Nevski será la más rica y mayor calle de la ciudad".
Construida desde la nada y auténtico museo al aire libre, la resistencia ante la invasión nazi (pagada con un millón de víctimas) y el respeto de su urbanismo durante la época comunista, han permitido que llegara hasta nosotros una ciudad espectacular, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1990.
La avenida Nevski (Nevskiy prospekt, en ruso) con una longitud de cuatro kilómetros y medio, es así llamada en honor de Alexander Nevski, líder militar ruso del siglo XIII que luchó contra los caballeros teutónicos y que fue canonizado por la iglesia ortodoxa rusa en 1547. En un extremo de la avenida se encuentra el monasterio dedicado a Nevski que mandó edificar el zar Pedro el Grande. La historia de la epopeya patriótica de este militar fue llevada al cine por el director Sergei Eisenstein en su primera película sonora realizada en 1938.
Y como describía Nicolai Gogol: "No hay nada mejor, por lo menos para Petersburgo, que la perspectiva Nevski. Ella allí lo significa todo. ¡Con qué esplendor refulge esta calle, ornato de nuestra capital!... Yo sé que ni el más mísero de sus habitantes cambiaría por todos los bienes del mundo la perspectiva Nevski... No sólo el hombre de veinticinco años, de magníficos bigotes y levita maravillosamente confeccionada, sino también aquel de cuya barbilla surgen pelos blancos y cuya cabeza está tan pulida como una fuente de plata, se siente entusiasmado de la perspectiva Nevski. ¡En cuanto a las damas!... ¡Oh!... Para las damas la perspectiva Nevski es todavía más agradable. ¿Y para quién no es ésta agradable?... Apenas entra uno en ella percibe olor a paseo. Aunque vaya uno preocupado por algún asunto importante e indispensable, es seguro que al llegar a ella se olvidan todos los asuntos..."
La biblioteca de Viipuri
Muchos de nosotros somos o hemos sido estudiantes y hemos pasado muchas horas en bibliotecas, nos parece normal su estructura y diseño, los grandes ventanales, las claraboyas para que entre la luz solar... Porque está pensada para leer y estudiar. Pero, ¿desde cuando son así?
La biblioteca de Viipuri fue construida en 1935 por el arquitecto finlandés Alvar Aalto, uno de los más afamados representantes del Movimiento Moderno en arquitectura, este edificio supone una auténtica revolución en lo que respecta a la arquitectura de bibliotecas.
La gran novedad del edificio fue algo tan sencillo como adaptarlo al uso para el que estaba pensado: la lectura. Una construcción hecha, pues, en función de su uso, con lo que el concepto de Funcionalismo en arquitectura se completa, incluyendo los requisitos psicofísicos del ser humano.
Alvar Aalto consideró la importancia de los espacios, su distribución, el mobiliario, las condiciones medioambientales e incluso la decoración.
La biblioteca de Viipuri es uno de los edificios más emblemáticos de la arquitectura del siglo XX, durante la Segunda Guerra Mundial el edificio resultó seriamente dañado, sobre todo por el abandono posterior. Sucesivas restauraciones no respetaron el espíritu inicial de la obra de Aalto.
Actualmente se está llevando a cabo una restauración (con fondos fineses y rusos) con intención de recuperar su autenticidad.
Viipuri, ciudad finlandesa de la región de Carelia, pasó a manos de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, hoy día pertenece a Rusia y su nombre actual es Vyborg.
La biblioteca de Viipuri fue construida en 1935 por el arquitecto finlandés Alvar Aalto, uno de los más afamados representantes del Movimiento Moderno en arquitectura, este edificio supone una auténtica revolución en lo que respecta a la arquitectura de bibliotecas.
La gran novedad del edificio fue algo tan sencillo como adaptarlo al uso para el que estaba pensado: la lectura. Una construcción hecha, pues, en función de su uso, con lo que el concepto de Funcionalismo en arquitectura se completa, incluyendo los requisitos psicofísicos del ser humano.
Alvar Aalto consideró la importancia de los espacios, su distribución, el mobiliario, las condiciones medioambientales e incluso la decoración.
La biblioteca de Viipuri es uno de los edificios más emblemáticos de la arquitectura del siglo XX, durante la Segunda Guerra Mundial el edificio resultó seriamente dañado, sobre todo por el abandono posterior. Sucesivas restauraciones no respetaron el espíritu inicial de la obra de Aalto.
Actualmente se está llevando a cabo una restauración (con fondos fineses y rusos) con intención de recuperar su autenticidad.
Viipuri, ciudad finlandesa de la región de Carelia, pasó a manos de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, hoy día pertenece a Rusia y su nombre actual es Vyborg.
domingo, 1 de febrero de 2009
Luonnotar: la doncella de la naturaleza
En el inicio de los tiempos sólo existía Luonnotar, la hija de la creación, la doncella de la naturaleza flotaba en el aire, en el espacio infinito. Pero esa vida le resultaba vacía, monótona, sin objeto...
Un día se decidió a bajar a la tierra, se posó en el lomo del mar, y entonces se levantó una gran tempestad, el viento movió grandes olas que fecundaron su seno.
Al contrario que en otras mitologías europeas, de corte elegante e idílico, las nórdicas reflejan la lucha entre las fuerzas de la naturaleza. El clima y la geografía del territorio hacen que sea a la vez grandiosa y trágica.
Luonnotar o Ilmatar era la diosa semiandrógina del aire (Ilma, aire en finés), como ocurre en muchas mitologías y religiones, concibe virginalmente a su hijo Väinämöinen (en su aspecto femenino) y se describe como héroe de la cultura (en el masculino).
El famoso escritor J.R.R. Tolkien, muy interesado por las mitologías nórdicas, toma el nombre de Ilúvatar, el gran creador en el Silmarillion, derivado de la diosa finesa.
La música también recoge esta tradición, en 1913, Jean Sibelius compone el poema sinfónico Luonnotar, a quien dió voz la gran soprano finesa Karita Mattila. Värttinä, el grupo originario de Karelia más destacado del folk finés, publica en 2001 su álbum Ilmatar.
La precoz artista estadounidense Lisa Hunt, amante de los cuentos de hadas y la mitología, publica en 2001 su obra Celestial Goddesses, un libro dedicado a 20 diosas de diferentes mitologías con espectaculares grabados de las mismas entre los que destaca el de la diosa Luonnotar o Ilmatar, la doncella de la naturaleza finlandesa.
Entonces la madre del mar,
del aire la doncella hermosa
sacó del agua una rodilla,
su hombro de las vastas olas,
y un sitio le proporcionó
al pato para hacer su nido
(Kalevala, Elias Lönnrot)
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